Las picaduras provocadas por ciertos insectos son un problema importante y frecuente en época de calor. Las manifestaciones más comunes son la inflamación local y el picor.
La primera medida que se suele ulilizar es la aplicación de compresas frías (no excesivamente fría). A continuación, podemos aplicar un anestésico local como benzocaína o lidocaína; amoníaco (Ej. After Bite) para aliviar el prurito, o un antihistamínico (Ej. Polaramine). En el caso de que se produzca inflamación se puede utilizar una hidrocortisona tópica.
Si la picadura es de una abeja, lo primero es lavar y, a continuación, desinfectar y quitar el aguijón. Sin embargo, cuando pica una avispa, esta conserva el aguijón, pudiendo picar así varias veces. Además, en la picadura de la avispa, se libera una feromona que puede atraer a otros miembros de la colonia, por lo que se aconseja alejarse del lugar.
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